Spider-Punk: arte callejero, Basquiat y revolución multiversal

En una película cargada de estilo como Across the Spider-Verse, hay un personaje que no solo rompe el sistema… lo garabatea, lo prende fuego y lo reemplaza con un collage de papel rasgado, tipografía rabiosa y actitud de banda punk en sótano húmedo.
Hobie Brown. Spider-Punk. La revelación más ruidosa del multiverso.


Sí, es punk. Pero no solo porque tiene cresta y distorsión. La estética del personaje lleva capas encima: collage, fanzines, pintura cruda, consignas políticas en aerosol. Y ahí, inevitable, aparece la conexión más profunda: Jean-Michel Basquiat.


No es solo un parecido visual. Spider-Punk y Basquiat comparten biografía artística. Ambos fueron modelos. Ambos tuvieron bandas. Ambos empezaron pintando frases políticas en las calles bajo un seudónimo (SAMO en el caso de Basquiat, Spider-Punk en el de Hobie). Y los dos, paradójicamente, terminaron siendo absorbidos por el mismo sistema que querían dinamitar.

Basquiat murió con solo 27 años, convertido en leyenda y marca registrada. Spider-Punk, en cambio, vive en el multiverso, pero carga con la misma contradicción: ser ícono antisistema dentro de una superproducción global. ¿Rebeldía domesticada o caballo de Troya estético? Tal vez las dos cosas.

Y ahí está el encanto. Spider-Punk es tan ruidoso como la guitarra que empuña. Pero no toca para entretener. Toca para sacudir. Para recordarnos que, incluso en una franquicia millonaria, hay lugar para un trazo sucio que diga NO A LAS REGLAS.

Seguí la conversación en redes y contame qué esperas de la nueva historia del spider-verse

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